Amigo lector “contrario” a lo que han afirmado los ateos y otros grupos, a través de los siglos, de que el hombre puede vivir sin Dios. Que el hombre puede tener una existencia mortal sin reconocer a Dios, pero hoy te quiero enseñar que toda esa filosofía es totalmente una mentira. El hombre y la mujer no pueden vivir sin Dios.
►Como el Creador, Dios originó la vida humana. Decir que el hombre existe independientemente de Dios, es como decir que un reloj puede existir sin un relojero que lo fabricara, o que un escrito pueda existir sin un escritor. Debemos nuestra existencia al Dios a cuya imagen fuimos hechos. Nuestra existencia depende de Dios, ya sea que reconozcamos Su existencia o no. La Biblia es la fuente de esta gran verdad y nunca ha podido ser contradecida a través de los siglos.
Observe lo que dice: Génesis 1:27 “27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.”
►Como el Sustentador, Dios continuamente confiere vida (Salmos 104:10-32). Él es la Vida (Juan 14:6) y toda la creación subsiste por el poder de Cristo Jesús el Dios único y verdadero (Colosenses 1:17). Aún aquellos que rechazan a Dios, reciben su sustento de Él: “… que hace salir Su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.” (Mateo 5:45).
Pensar que el hombre pueda vivir sin Dios es suponer que un girasol pueda vivir sin luz o una rosa sin agua. Dios dijo en:
Juan 15:5 “5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.”
►Como el Salvador, Dios da vida eterna a aquellos que creen solamente en Él. En Cristo hay vida, quien es la luz de los hombres. (Juan 1:4)
Amigo lector Jesús vino para que pudiéramos tener vida “en abundancia”.
Juan 10:10 dice: 10 El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
A todos los que ponen su confianza en Cristo, se les ha prometido vivir una eternidad con Él. Observe:
Juan 3:15-16 15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 16Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Para que el hombre viva debe conocer a Cristo: Así lo dice la biblia en
Juan 17:3 “3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.”
Amado lector hay algunos que rechazan a Dios cuyas vidas están llenas de alegría y diversión. Su búsqueda carnal “parece” haber producido una existencia gratificante. ¡Cuidado! La Biblia dice que hay cierta medida de deleite que se obtiene del pecado (Hebreos 11:26). El problema es, que ese deleite es “temporal”; la vida en este mundo es corta (Salmos 90:3-12). Tarde o temprano, el hedonista, como en la parábola del hijo pródigo, encuentra que el placer mundano es insostenible. (Lucas 15:13-15). Ese placer tiene su final.
El rey Salomón se entregó a la búsqueda de todo lo que este mundo tiene que ofrecer, y escribió sus resultados en el libro de Eclesiastés. Salomón descubrió que el “conocimiento”, por sí mismo, es vano (Eclesiastés 1:12-18). Encontró que el “placer y lariqueza” son vanas (Eclesiastés 2:1-11), el “materialismo” es vanidad (Eclesiastés 2:12-23), y las riquezas son “pasajeras” (Eclesiastés 6). ¡Se dio cuenta amado amigo!
Salomón concluyó que la vida es regalo de Dios (Eclesiastés 3:12-13) y que la única manera sabia de vivir estemiendo a Dios:
Observe: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda Sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.” (Eclesiastés 12:13-14).
En otras palabras, hay más por qué vivir que la dimensión física. Jesús enfatizó este punto cuando dijo: “No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.” (Mateo 4:4). No es el pan (material) sino la Palabra (el espiritual) lo que nos mantiene vivos.
El hombre es una creación única. Dios ha puesto el sentido de la eternidad en nuestros corazones (Eclesiastés 3:11), y ese sentido del destino eterno sólo puede encontrar su realización en Dios Mismo. Jesucristo el Señor.
Dios te Bendiga.
Por el Pastor Máximo Mata